La Semana Santa es una de las celebraciones más importantes del calendario español. Se trata de la semana que va del Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, y es un batiburrillo de tradición, música y sentimiento religioso que se vive de manera muy intensa en muchos lugares de España.

¿En qué fechas es la Semana Santa?
La Semana Santa es la última semana de la Cuaresma y recuerda los últimos días de la vida de Jesús según la tradición cristiana: su entrada en Jerusalén, la Última Cena, su pasión, muerte y resurrección.
Cada año las fechas cambian, ya que no se rigen por el calendario solar (como la Navidad), sino por el calendario lunar. Concretamente la fecha de la Semana Santa depende de cuándo cae la luna llena después del equinoccio de primavera.
Según la regla establecida en el Concilio de Nicea (año 325), la Pascua cristiana se celebra el primer domingo después de la primera luna llena de primavera. Por eso la Semana Santa puede caer entre el 22 de marzo y el 25 de abril, dependiendo del año.

¿Sabías que….? …en España solo se usa la palabra “Pascua” para referirnos al Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua y al día siguiente, el Lunes de Pascua. Pero para hablar de todo el periodo nos referimos a la Semana Santa. Esto se debe a que en la tradición católica española lo que más peso tiene es la Pasión de Cristo, y no solo su resurrección. Se vive con mucha intensidad toda la semana desde el Domingo de Ramos al de Resurrección y sobre todo los días de dolor y recogimiento. En algunas regiones de España (como Valencia o Cataluña), sí es más común hablar de Pascua en general, por influencia del catalán (Pasqua).
Domingo de Ramos: palmas, padrinos y “monas” de Pascua
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, el domingo anterior al de Pascua, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, cuando fue recibido por la gente con palmas y ramos de olivo.
En muchas ciudades españolas es costumbre llevar ese día bonitas palmas trenzadas o ramos de olivo a la iglesia para bendecirlos durante la misa. Además, es un día muy importante en que muchos niños estrenan ropa. De ahí viene un antiguo dicho popular: “El que no estrena en Domingo de Ramos, no tiene ni pies ni manos”.
En algunas regiones de España, especialmente en el norte, los niños les llevan la palma o el ramo bendecido a sus padrinos como gesto de cariño. En cambio, en zonas como Cataluña, la Comunidad Valenciana o Murcia, es costumbre que el padrino o la madrina regalen la palma decorada al ahijado, que la lleva a bendecir en misa el Domingo de Ramos y luego se la entrega a sus padrinos.
Es una costumbre común de ambas zonas que los padrinos les entreguen un regalo a sus ahijados al domingo o lunes siguiente. que suele ser un pastel tradicional conocido como “el bollo” o “la mona de Pascua” según la zona. Este gesto refuerza el vínculo entre padrinos y ahijados, y es uno de los momentos más esperados por los más pequeños.
¿Y qué se hace con las palmas bendecidas? En general, el padrino o madrina la cuelga en su balcón o detrás de la puerta como símbolo de protección. En otros lugares de España en que no existe una tradición definida de regalar la palma o el ramo a los padrino, cada uno cuelga su propia palma o ramo con las mismas intenciones.

Las procesiones de Semana Santa
Las procesiones son desfiles religiosos que recorren las calles para conmemorar los momentos clave de la Pasión de Cristo, desde su entrada en Jerusalén hasta su resurrección al domingo siguiente. Aunque dependiendo de la localidad se celebran procesiones ya desde el Domingo de Ramos, las más destacadas son las procesiones del Jueves y Viernes Santo.
donde los participantes llevan pasos, es decir, plataformas con imágenes religiosas (generalmente de la Virgen María o de Jesús). Estas imágenes son verdaderas obras de arte.
Lo más característico de una procesión son las grandes plataformas que participan en el desfile llevando imágenes religiosas. Estas plataformas se llaman pasos, y las imágenes que desfilan sobre ellas representan escenas de la pasión, muerte o resurrección de Jesús, y también a la Virgen María en distintos momentos de dolor. Estas hermosas representaciones son verdaderas obras de arte.
Los pasos pueden pesar varios cientos de kilos, pero no van circulando sobre ningún vehículo a motor: los llevan a cuestas los costaleros, que los portan sobre los hombros o el cuello.
Alrededor de cada paso desfilan también los nazarenos o penitentes, que caminan vestidos con túnicas y capirotes de color púrpura. Los capirotes son los conos altos que cubren la cabeza en señal de anonimato. Muchas personas que cumplen promesas acompañan la marcha caminando descalzas. Las flores, incienso y velas, que llenan el ambiente de color, aroma y solemnidad. En algunas regiones, como en Andalucía, también resuenan los tambores acompañando la procesión con música solemne.

El Jueves Santo y el Viernes Santo: emoción, silencio y devoción
Después del Domingo de Ramos y los primeros días de la Semana Santa, llegan los dos días más intensos del calendario litúrgico: el Jueves Santo y el Viernes Santo.
El Jueves Santo se recuerda la Última Cena de Jesús con sus discípulos y los eventos posteriores, con momentos tan emblemáticos del catolicismo como la traición de Judas, la institución de la Eucaristía al partir el pan, el momento en que Jesús es apresado en el huerto de Getsemaní o la negación de Pedro.
El Viernes Santo se conmemora la pasión y muerte de Jesús en la cruz. Es el día de más recogimiento, y en muchas ciudades se guarda silencio y luto. Como el resto de los viernes de Cuaresma, según la tradición católica el Viernes Santo no se come carne y además en este día específico debe guardarse mayor ayuno, pues es un día de penitencia.

Las procesiones de Viernes Santo
El Viernes Santo es el día de la muerte de Cristo, y por eso las procesiones tienen un tono más sobrio y solemne. Muchos pasos muestran escenas de la crucifixión o a la Virgen vestida de luto.
En ciudades castellanas como Zamora o Valladolid las procesiones se realizan en silencio absoluto, y la emoción es aún más fuerte por la contención. Su sobriedad silenciosa contrasta por la gran belleza escultórica de los pasos. En Andalucía el estilo es menos contenido pero igualmente conmovedor y solemne.
En Sevilla, la noche del Jueves al Viernes Santo es conocida como la madrugá (abreviatura de “madrugada”). Este es uno de los mayores espectáculos religiosos del país, y uno de los momentos culminantes de la Semana Santa. Durante esa noche salen algunas de las cofradías más antiguas y miles de personas acompañan los pasos en silencio o entonan espontáneas saetas (cantos flamencos) desde los balcones. Las procesiones pueden durar hasta el amanecer.
En muchos lugares también hay una ceremonia simbólica muy tradicional, que es el Santo Entierro, donde se representa el entierro de Jesús y, a veces, se lleva un ataúd o urna de cristal con una figura yacente.

Domingo de Pascua: resurrección y esperanza
Después de una semana de emociones, silencio, música solemne y procesiones que recuerdan el sufrimiento y la muerte de Jesús, llega el día más esperado del calendario cristiano: el Domingo de Pascua de Resurrección. Este día se celebra la resurrección de Cristo, símbolo de vida nueva, esperanza y renovación. Es el momento que da sentido a toda la Semana Santa.
En muchas ciudades españolas hay procesiones donde las imágenes de Cristo resucitado y la Virgen (a menudo vestida de blanco o de azul claro) se encuentran en una plaza y la gente rompe el silencio con aplausos, música festiva y lluvia de pétalos o confeti.
También son típicos el repiqueteo de campanas que anuncia la resurrección, el regreso de las flores a las iglesias y la celebración de las últimas misas del ciclo de Pascua.
El Domingo de Resurrección no es solo el fin de la Semana Santa, sino también el comienzo de un nuevo periodo: el de la Pascua cristiana, que se celebra durante 50 días, hasta Pentecostés. Es un día de fiesta, esperanza y alegría, pues después del luto y el sacrificio llega la celebración de la vida.
La Semana Santa en España: ¿una celebración exclusivamente católica?
Aunque el origen de la Semana Santa es religioso, muchas personas la viven también como una experiencia cultural y emocional. Hay quienes van a las procesiones por tradición familiar, por el arte, por la música o simplemente porque es una parte muy importante de la identidad española.
Además, es una semana de vacaciones escolares en muchas zonas del país. Para los adultos, Jueves Santo también es festivo en la mayoría de las comunidades autónomas, aunque no en todas, mientras que el Viernes Santo es festivo en toda España. Por lo tanto, este también es un momento para viajar, descansar o pasar tiempo en familia.

¿Y el conejo de Pascua?
En países como Estados Unidos, Alemania o los Países Bajos, la Pascua está muy asociada a huevos de chocolate y al conejo de Pascua. En España, sin embargo, estas figuras no forman parte de la tradición religiosa ni cultural… aunque cada vez es más fácil encontrarlas en los supermercados por influencia internacional.
Lo típico en España el Domingo o Lunes de Pascua es disfrutar del bollo o mona de Pascua en familia, especialmente entre padrinos y ahijados… Decorando este dulce, por cierto, sí que podemos encontrar en ocasiones huevos y conejitos de chocolate.
Vocabulario de Semana Santa
- Procesión: desfile religioso por las calles.
- Paso: estructura que lleva una imagen religiosa.
- Nazareno: penitente con túnica morada y capirote.
- Penitente: persona que participa en la procesión en señal de fe o promesa, a veces descalza o en silencio.
- Capirote: gorro cónico que llevan los nazarenos.
- Costalero: persona que lleva el paso sobre los hombros.
- Cofradía: grupo religioso que organiza las procesiones.
- Saeta: Canto flamenco solemne y espontáneo dirigido a una imagen o paso.
¿Y tú?
¿Has vivido alguna vez la Semana Santa en España? ¿Te gustaría ver una procesión en directo? Déjanos tu comentario y cuéntanos cómo se celebra la Pascua en tu país.
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